caminando entre los seres humanos en la mañana, el sol brillaba más brillante que nunca después de una larga noche de insomnio de Nathaniel, guardando la diosa del fuego es siempre una tarea difícil desde el incidente en el cementerio, que siempre iba a algún lugar sin decirle a nadie sobre su paradero, pero conociéndola tan bien que siempre la encontraba, pero no en el buen humor como antes, ella había cambiado dramáticamente como si no le importaba nada, ni siquiera la vida propia, la pasión en ella se desapareció.
Perdido en sus pensamientos se dio cuenta que llega a la final de la carretera, donde se encontraba la residencia del joyero personal de la diosa "vamos a ver lo que tiene nuevo para ella" con un suspiro alto y claro entra en la residencia.