“Recuerdo cuando la conocí, era mi iniciación como amazona, había pasado la prueba, estaba sucia y andrajosa cuando ella llego majestuosa, su cabello bronce caía como lluvia por su espalda, su piel cremosa era preciosa y vestido de reina la hacía ver más hermosa que una reina; como lo que era una diosa”.
“Cuando paso por mi lado nuestras miradas se mi encontraron y la rápida sonrisa que me dedico hizo que mi corazón se acelerara. Una a una las mis compañeras amazonas fueron jurándole lealtad hasta que llego mi turno”.